En el mágico mundo de las joyas, se han transmitido sabios consejos de generación en generación. ¿Quién no ha escuchado que el perfume debe ser aplicado antes de engalanarse con colgantes y pendientes?
Y sí, es una regla de oro. Pero, ¿y si te dijéramos que existen otros trucos más allá de lo qué todos conocemos?
Aquí en B.You Jewelry, en nuestro rincón de joyería, estamos ansiosos por compartir contigo esos consejos ocultos que harán que tus adoradas joyas brillen y perduren en el tiempo.
Para el cuidado de tus joyas, respeta estos consejos
Imagina que estás a punto de sumergirte en una emocionante sesión deportiva. ¿El siguiente paso? Deja atrás tus joyas. Ellas merecen un descanso mientras desafías tus límites.
Y aunque el mar y las piscinas nos seduzcan con su belleza, nuestras joyas no comparten la misma pasión acuática. Permíteles relucir en tierra firme, donde su esplendor brillará como nunca.

Ah, pero aquí no acaba la historia. A menudo, cuidar de nuestras joyas parece una hazaña titanesca, y la percepción de que será costoso puede rondar nuestra cabeza.
Déjanos disipar ese mito, el cuidado de tus joyas favoritas es un camino asombrosamente sencillo.
En nuestro blog, te revelaremos los secretos mejor guardados para asegurar que tus preciadas piezas reluzcan eternamente.
Los secretos de Marina Salcedo para hacer brillar tus joyas
¿Quién dijo que las joyas deben quedar encerradas en una caja fuerte para que perduren en el tiempo?
En el asombroso mundo de la joyería, cada pieza lleva una historia que merece ser contada, admirada y compartida.
Si bien están hechas para ser usadas con pasión y deslumbrar al mundo, el misterio reside en cómo conservar su fulgor eterno.
Aquí, en nuestro rincón dorado, desvelaremos los secretos más preciados, cortesía de Marina Salcedo, experta en joyas y fundadora de B.You Jewelry.
Cada detalle importa, y Marina lo sabe mejor que nadie… prepárate para conseguir el brillo eterno en tus joyas.

Los 7 consejos que prolongarán la vida de todas tus joyas…
1. Conoce tus joyas –
Puede parecer evidente, pero la clave reside en conocer cada pieza de manera íntima, como si fueran las líneas de tu propia mano.
Este conocimiento profundo se convierte en el cimiento de un brillo eterno.
Antes de aventurarte en la limpieza o en la tarea de preservarlas, detente un momento y sumérgete en su composición.
El material del que están hechas tus joyas es el conductor de su destino. Cada tipo de metal y piedra exige un enfoque distinto.
Desde la serenidad de la plata hasta la majestuosidad del oro, cada una tiene sus propias necesidades.
2. Limpia tus joyas con regularidad –
La limpieza regular es como un abrazo rejuvenecedor para tus joyas.
Después de cada uso, toma un instante para mimarlas con un suave paño que elimine cualquier rastro de la jornada.
Esta es la base, el paso que evita que la cotidianidad se acumule y empañe su brillo deslumbrante.
Y aquí viene el secreto de la restauración profunda: una vez al mes, sumerge tus joyas en agua tibia y jabón suave. Esta es la oportunidad para que cada pieza respire, libere las impurezas y recupere su fulgor original.
Imagina este baño como un retiro rejuvenecedor, donde tus joyas emergen rejuvenecidas y listas para relatar nuevas historias.
3. Busca un almacenamiento adecuado –
Un lugar seguro y seco, alejado de los embates de la luz solar y la humedad, es el refugio que garantizará la belleza inalterada de tus joyas.
Imagina este espacio como un cofre de tesoros, donde el tiempo se detiene y las joyas duermen con tranquilidad.
Si entre tus joyas resplandecen gemas y piedras preciosas, su cuidado se convierte en un arte aún más preciso.
La clave reside en la separación, como amantes que guardan un espacio entre sí. Coloca cada joya en su caja individual, evitando el roce que podría empañar su lustre y el rayado.
Y aquí, amiga buscadora de la elegancia, si dispones de muchas joyas, lo ideal sería poseer una caja o cofre con compartimentos separados.
Esta es tu varita mágica para el orden y la organización, donde cada pieza tiene su propio escenario en el teatro de tu colección.
4. Úsalas con cuidado –
Continuando con el cuidado de tus joyas, un factor fundamental que influye en su deterioro, sería la actividad física.
Cada joya es un poema de diseño, una melodía de artesanía que merece ser tratada con reverencia.
Antes de sumergirte en cualquier actividad física, tómate un momento para despedirte de tus joyas. En este espacio de pausa, estás honrando la fragilidad y la belleza que cada pieza encarna.
Por otro lado, los aromas de la vida pueden ser embriagadores, pero es crucial recordar que tus joyas merecen un espacio libre de químicos.
Los perfumes y las cremas hidratantes son el enemigo silencioso que puede desvanecer la chispa de tus tesoros.
5. Revisa tus joyas con regularidad –
Al igual que llevas tu coche al taller regularmente para mantenerlo en su mejor estado, tus joyas también merecen ese mimo atento. Programar inspecciones periódicas es el reflejo de tu compromiso con su eterno resplandor.
En cada encuentro con tus joyas, estás tejiendo una historia. Tómate un momento para observar cada detalle, cada centelleo. ¿Hay alguna señal de desgaste, alguna necesidad oculta?
El mágico encanto de la joyería radica en su capacidad de unir momentos, de narrar historias. No permitas que una parte floja o una piedra inquieta rompa ese vínculo.
Mantener tus joyas en su estado óptimo es un tributo a la historia que están tejiendo contigo.
6. Las posibles reparaciones siempre llevadas a cabo por un profesional –
Cuando una joya necesita restauración, está clamando por una segunda oportunidad, una renacida vitalidad.
En el taller del joyero artesano, cada pieza es atendida con el toque suave de la experiencia. No te aventures haciendo reparaciones por tu cuenta, ya que podrías dañar aún más la joya.
La experiencia del joyero está imbuida en cada movimiento, asegurando que el valor estético y el legado histórico de tus joyas sean cuidadosamente conservados.
7. En el cuidado de las joyas, también hay que tener presente la posibilidad de asegurarlas –
Como un guardián de tesoros, considera este paso como un voto de protección para tus piezas más valiosas y tesoros del pasado.
Si entre tus joyas deslumbran gemas de gran valor o reliquias vintage con historias ancestrales, es hora de tejer una capa de seguridad a su alrededor.
Esta capa es un abrazo cálido contra las posibilidades de robo o pérdida.
Asegúrate de que tu póliza abarque el valor total de tus joyas, asegurando que su brillo y esplendor estén salvaguardados en todo momento.